Hoy nos llega la noticia de que
"el Ayuntamiento abre expediente a la librería La Central por vender unos pines con actitudes incívicas en un museo municipal". No hace falta detallar la noticia en sí, pues en el link anterior de
elPais Online lo podéis leer con claridad. Pero la resolución del ayuntamiento, su actuación, si puede ser tema de debate. Está claro que las chapas son claramente provocadoras, aunque realmente no hacen más que simular algunos hechos inherentes a cualquier gran ciudad, no solamente Barcelona. Se puede entender, por ejemplo, que se prohibiese la venta de unas chapas tan polémicas en los quioscos, en centros comerciales, o lugares más "generales". Pero teniendo en cuenta que estas polémicas esferas de metal únicamente se vendían en una tienda ligada al Museo de Historia de Barcelona, y otra al Museo de Arte Contemporánea de Barcelona, podríamos preguntarnos: ¿Y si en lugares tan específicos y ligados al arte ya no se pueden vender, donde se podrán ver expresiones similares en la ciudad del señor Trias?
El debate está servido.
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